Impresionante el comienzo del trekking, así te reciben en el parking.
Este lugar nos lo recomendó nuestro vecino Alan, nos dijo que desde lo alto de la colina se podía ver toda la Bay Of Plenty y no le faltaba razón al hombre; no es muy elevada tiene una altura de 224m. pero se tarda unos 45 mins. en subir sus rampas.
Hay vamos subiendo y peleando cada paso con los chicos. ( foto de los Vallespir )
Los Vallespir nos recogieron en casa y desde aquí nos fuimos todos para el parking de coches en la base de las colinas, a la aventura se nos ha sumado Vivian; una amiga de los Vallespir y ahora nuestra amiga también.
En el parking de esta parque nacional hay como en todos un aseo bastante bien cuidado y una gran zona de aparcamiento, ya que viene un montón de gente a hacer deporte a esta zona.
Nada más llegar al parking puedes observar la espectacularidad del bosque de la zona, con unos pinos altísimos y unos helechos que no se quedan detrás.
La vegetación como veis es impresionante, asombrosa; no se como adjetivarlo.
La vegetación es grandiosa en New Zealand y en muy poco terreno es capaz de dejarte con la boca abierta; como es posible que en tan poco terreno puedan crecer tantas cosas, esta tierra tiene algo especial.
La caminata se inicia con unas cuantas rampas llenas de helechos gigantes, el calor y la humedad en seguida se justifican en las manchas de sudor de nuestras camisetas; y eso que vamos por la sombra la mayoría del camino.
Un pequeño descanso en el camino, las vistas ya empezaban a ser bonitas.
Aquí hemos tomado aire y hemos seguido con las rampas, con la altura van quedándose atrás los pinos y van apareciendo otro tipo de árboles de los cuales no conozco su nombre; pero que se suelen crecer a estas alturas.
Dos caminantes distraídos, van haciendo la ruta y balando.
Al final de la primera rampa y ya habiendo ascendido unos 150 metros sobre el nivel del mar, ya perdemos la vegetación y todo se transforma en colina cubierta de pasto para ovejas y vacas que rondan libres por la zona.
A partir de aquí el camino esta totalmente minado y hay que ir sorteando las peligrosas minas en forma de caca.
Una panorámica desde la cima de las Papamoa Hills.
Ha habido una escapada en el grupo y sus integrantes han sido Ana, Alvaro y Noah, han hecho un sprint y han marcado un ritmo que el resto del pelotón no ha podido seguir; por lo que han prolongado su escapada hasta la cima de la montaña, llegando primero Alvaro, seguido de Noah y Ana.
Zoe y yo hemos llegado en el segundo grupo, con Aylin y Sebastian; pero la pequeñina ha llegado hasta la cima casi sin ayuda, unicamente en la última rampa la he subido a cosqueretas para correr un poquito y mejorar el tiempo.
En la cima hay un marcador geográfico y los chicos se han encaramado a él para jugar, aunque luego hemos leído (un poco tarde, por cierto): "por favor, se ruega no subirse a la estructura".
Cumbre y desafio conseguido, otra cumbre mas para los chicos.
A todo esto tengo que deciros que durante todo el camino hemos ido como pastores, porque el recorrido esta lleno de ovejas que no hacen mas que balar y hemos ido intercambiando balidos con ellas; haciendo una curiosa y variopinta mezcla de sonidos que las ovejas habrán pensado: " ese acento es español, seguro ¡¡¡¡".
Desde aquí podéis ver las ovejas de la zona y la mesa donde estaba la libreta para firmar.
Las ovejas nos han guiado hasta la cima de la montaña y desde la cima hemos estado observando toda la linea de la costa, desde Tauranga hasta Maketu y mas al fondo Whakatane.
Incluso he comprobado por internet que en un día despejado es posible ver la White Island, que es una isla volcán (activo) que hay frente a la costa de Whakatane y que siempre tiene una nube blanca sobre ella producida por las emanaciones del cráter.
White Island, en la cercana costa de Whakatane.
El árbol mágico y de fondo la costa de Maketu y mas la fondo Whakatane.
Foto de grupo e Isabel firmando en libro de los campeones.
El árbol mágico......
A la bajada de la cima y tras hacer un montón de fotos nos hemos acercado a una mesa que hay para descansar y recobrar fuerzas y en la tapa de la mesa hay una caja de plástico que contiene una libreta para firmar como que has estado por el lugar; aquí hemos pegado un bocado y repuesto líquidos y hemos empezado a volver porque esta cerca el atardecer.
Mi campeón, el aventurero y seguidor de Jesús Calleja.
La reina de las cuestas y pequeña emuladora de Edurne Pasaban.
La bajada se ha hecho muy amena, Noah ha inventado la bajada esquiando sobre los zapatos; lo he agarrado de las manos y lo iba arrastrando cuesta abajo, y él iba deslizándose sobre la suela de los zapatos.
Noah, casi llegando al árbol mágico custodiado por ovejas a las que pronto hemos hecho huir, corriendo
ladera abajo.
La llegada a los coches ha sido sudando la gota gorda y en el grupo de cola ya que a Zoe le ha costado bastante la caminata de vuelta y nos hemos quedado muy rezagados, Noah se ha escapado delante con los Vallespir y nos ha esperado en el coche con ellos.
Las chicas en pleno descenso... que lindas son.
Desde el parking nos hemos despedido y nos hemos ido todos corriendo a casa a ducharnos y dormir que al día siguiente hay colegio.
Con lo buena pareja que hacemos y lo poco que salimos juntos en las fotos.
Un día mas y una caminata menos...
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