miércoles, 9 de febrero de 2011

Después de una gran caminata, una gran recompensa.... viaje a Waihi.

Ojala, fuera una puerta estelar (Stargate) y pudiéramos utilizarla para traeros aquí o
ir nosotros a veros y volver.


El domingo pasado (06.02.11) realizamos un inolvidable viaje con la familia Vallespir al otro lado de la bahía de Tauranga, a Waihi.
El viaje lo organizamos como visita por la mañana a la Martha mine (la mina Martha), una mina de oro que aún en la actualidad esta en funcionamiento; de encontrar una pequeña pepita de oro a un pedazo de agujero que han abierto al lado de la ciudad mas grande que el cráter de un volcán.

La Martha Mine, nosotros hemos estado por el lado inferior de la foto.

La mina empezó en su origen como las minas normales, haciendo galerías y galerías de túneles; pero luego vieron que era mejor volarlo todo y hacer una explotación abierta.

Hemos aparcado en el parking de un pequeño centro educativo que hay al lado de la mina y donde realizan sesiones de información acerca de la mina y se puede observar algunos artilugios utilizados en la mina antigua y un camión enorme de los que utilizan ahora para mover toda la tierra que van sacando.
En todas las ventanas se puede leer que dentro del local no se guarda nada de valor, por si acaso alguien piensa que dentro guardan las pepitas de oro.

Noah en la bagoneta de Indiana Jones en el Templo Máldito.

La princesilla en busca de la pepita de oro.


Desde este centro hay una pequeña subida hasta el mirador de la mina, donde nos hemos detenido a hacer unas cuantas fotos en una especie de stargate o puerta estelar como la de la serie de televisión.
Sebastian y Noah, han ido todo el camino cogiendo unas piedras amarillas que pensaban que tenían oro; y en parte creo que todo el mundo que pasea por aquí va mirando al suelo a ver si tuviera suerte y pudiera encontrar alguna pepitilla.

Un camión de los que utilizan ahora para ir sacando la tierra.

Que bestias somos, todo por haber encontrado unas pepitas de oro....menudo agujero. 

No hemos alargado mucho la caminata porque el camino empezaba a tener unas cuestas y no veíamos claro a donde nos dirigíamos por lo que hemos optado por dar la vuelta e irnos hacía la playa; no sin antes pasar por el museo del pueblo dedicado a la mina.
El museo esta cerrado y lo abren a las 12 del mediodía, hemos estado esperando en la puerta haciendo unas fotos a unos precipitadores donde imaginamos que pondrían las rocas trituradas para ir separando las pepitas de oro.
En el museo también guardan una colección de dedos de mineros, porque era típico cortarse los dedos para recibir una compensación económica.

A las puertas del museo de Waihi, los chicos jugando un poco en los precipitadores.

El Capitán Noah, subido en una gran viga de hierro.


Tras la espera y viendo que el museo es un poco mediocre, hemos decidido seguir camino hasta Waihi Beach y refrescarnos en la playa; porque el calor hoy también es tremendo y el sol pega de lo lindo.
La playa queda a unos 7 minutos desde el centro de Waihi, es una playa preciosa y con gran distancia de arena.

La playa de Waihi, con las carpas de la competición de socorristas.

Hoy ha dado la casualidad de que hay una competición de barcos de socorristas y la playa esta a tope, pero es tan grande la esplanada de la playa que no se nota la aglomeración.
Antes de lanzarnos a la playa y mojarnos o decidir si vamos a una playa cercana que hay atravesando una montaña, hemos acampado en un parque al lado de la playa y a refugio en la sombra de unos árboles hemos pegado un bocado para coger energía.

La playa de Waihi, justo al final de esto donde empieza la vegetación empieza
el trekking hasta la playa de Orokawa.


El tentempié finalizado y ya preparados para el ataque, iniciamos el trekking a la playa de Orokawa, según el cartel informativo es una caminata de unos 45 mins.; lo bueno es que parece que va a ser a través de una espesa vegetación que seguro que nos dará cobijo y sombra.

Un tentempié y a la marcha.... 
En este parque donde hemos comido hemos encontrado el Hotel Morrison, que lo
sepáis Jim Morrison no murió se retiró aquí y de vez en cuando se le ve por la playa.

La llegada hasta la primera rampa del recorrido es espectacular, el camino empieza al final de la playa de Waihi y discurre por unas montañas, las primeras rampas están custodiadas por vegetación a ambos lados del camino y de vez en cuando atravesamos algún que otro puente que sortea los continuos arroyos que bajan con agua dulce de la montaña.

Mis chulicos en un Cadillac Impala......

En muy pocos minutos hemos alcanzado bastante altura como para ver unos acantilados asombrosos a un lado del camino y desde donde vemos que aún tenemos que bordear otra montaña más.
El camino discurre con continuas subidas y bajadas, trozos con sol que se hacen un poco pesados y trozos con sombra que son mas amenos.

Comienzo del camino hacia Orokawa beach.

Noah gastando fuerzas antes de empezar, al fondo podéis apreciar a la 
gente que empieza el camino.

Aquí podéis ver el sufrimiento reflejado en el rostro de mis chicas.... y era la primera rampa; 
esta Zoe va a ser la próxima Sara Montiel.


Los Vallespir han impuesto un ritmo muy fuerte y en seguida hemos dejado de verlos y nosotros hemos ido más tranquilos al ritmo de Zoe.

Aún tenemos que bordear la montaña que veis enfrente para poder llegar 
a la bajada de la Orokawa Beach.

A los 40 minutos de caminata nos hemos ido cruzando a diferentes personas a las cuales les he ido preguntado cuanto quedaba para llegar a la playa, pero todos me dicen 10 minutos; pero no llegamos nunca y ya los chicos se están cansando bastante...... pero en seguida llegamos al final de un repecho y podemos divisar la playa, guau; es magnifica ya desde la lejanía y las ganas que tenemos de llegar y bañarnos nos ponen las pilas y aceleramos un poco el ritmo.

Uno de los puentes que cruzamos en nuestro camino.

En mitad de la última bajada vemos que en un claro que hay en el camino han instalado un aseo público, estos kiwis están en todo pero lo que pasa es que la persona que tiene que venir a limpiarlo se ve que no esta por la labor de venir muy a menudo.

Este es el super aseo, pero que se agradece que tan lejos pongan uno por si hay un contratiempo.


Noah en un descanso, aún nos quedaba un rato y mirar donde se ve la playa desde la que empezamos.

Por fin, la podemos ver en todo su esplendor : OROKAWA BEACH

La llegada a la playa es alucinante, parece un sueño que haya algo tan bonito escondido entre las montañas y como decía antes en el título y es la tónica en New Zealand; siempre después de una gran caminata hay una gran recompensa y hasta ahora nunca nos ha fallado, y Noah y Zoe ya se están dando cuenta de ello y cada vez les cuesta menos pegarse un atracón.

Esta es la parte de la derecha de la playa, nosotros hemos venido por este lado.

La playa es inmensa y no hay mas de 30 personas en total; esta llena de árboles cercanos a la orilla que nos sirven de sombrillas y además hay dos piscinas naturales, una de agua salada producto de la última marea y otra de agua dulce producida por la bajada de un arroyo hasta la playa y la desembocadura forma la piscina.

Mira que sombrilla nos hemos buscado mas buena....

Nada mas llegar hemos visto a Alvaro, Sebastian y Aylin en la orilla de la playa, pero nos han comentado que las olas estaban un poco fuertesy se había bañado Alvaro solo; así es que los chicos han estado jugando y bañándose en la piscina.

Panorámica desde la orilla del mar, el lado derecho.


Panorámica desde la orilla del mar, el lado izquierdo.

Yo he estado sin parar de hacer fotos y mientras Ana se ha ido corriendo y se ha bañado en el mar como una valiente, sin miedo y ha comprobado que las olas están bien y la resaca no esta muy fuerte pero para los chicos no lo vemos que este muy seguro.
Alvaro y yo nos hemos metido después y hemos comprobado que estaba mas o menos seguro, siempre hay que tener respeto al mar; pero hemos invitado a Sebastian y Aylin a entrar a bañarse y sortear las olas, alguna de vez en cuando venía fuerte pero sin problemas.

Sebastian, Aylin, Noah y Zoe en su piscina privada de la playa.

Me he tirado a la piscina y la ola no ha llegado......... panchetaaaaaa.

El castillo de Villena siempre nos gusta pintarlo y que la gente lo vea.... Publicidad ¡¡¡¡
Por favor, si el equipo de turismo del ayuntamiento nos puede subvencionar alguna ayuda....


Tras esto he hecho un castillo de Villena en la playa para que quedará una constancia efímera de nuestro paso por este paraíso y me he ido corriendo a jugar con Noah y Zoe en la piscina, aquí he aprovechado para como dice mi amigo Pepe :" pescar peces con la pancha"; pescar no he pescado nada, pero nos hemos reído un montón y eso si no me pidáis que lo repita.

Ana la belleza personificada en persona, haciendo una de las suyas hasta que le recordé que es 
madre de familia y había que andar una hora hasta el sitio mas cercano de socorro.

Aquí me podéis ver intentando imitar una de las poses de José Luis en sus fotos de Facebook.
Lo que nos acordamos de ti, Josele el Egipcio.

En este sitio tan espectacular hemos estado disfrutando de un día magnífico en compañía de nuestros amigos y de la naturaleza, y soñando que ojala pudierais estar vosotros aquí con nosotros también.

Super Noah en su piscina....

La playa es muy grande y he aprovechado para correr un poco y explorarla hasta al final, he ido corriendo por la orilla pero en seguida tenía que parar a hacer fotos...... a si hasta que he llegado al final de la playa donde unos enormes árboles acercan sus grandiosas ramas casi hasta tocar la arena y parece que te quieran abrazar.

La siguiente piscina, la de agua dulce al ser la desembocadura de un arroyo; como veis tiene piscina
para los mas pequeños.

La playa termina aquí y me he subido por unas rocas peladas y llenas a rebosar de mejillones de labios verdes (muy típicos en la gastronomía de NZ) y de estrellas de mar, he estado haciendo fotos y mirando por las rocas para descubrir mas cosas y en seguida he empezado mi retorno; porque aún nos queda el camino de vuelta y ya se esta haciendo tarde.

Los árboles que te abrazan, un sitio precioso para poner la toalla el próximo día.

Cunado llego a nuestra sombra los chicos ya están casi preparados para empezar la vuelta, a si es que nos hemos puesto manos a la obra y ya desde un principio me ha tocado lidiar con Zoe; como no, le dolía no se que cosa y no podía andar.

La playa vista desde el lado contrario, nosotros llegamos por el monte que tenemos en frente.

Al final ha terminado Ana llevándola en brazos y ella durmiendo, y cuando Ana no ha podido más me ha tocado a mi la otra parte del camino..... Noah, se había escapado con los Vallespir y ya llevaban un rato esperándonos a la sombra en el parking cuando hemos llegado.

Unas estrellitas de mar, ni mas coloreadas....

Y una de mejillones, todas las piedras plagadas de mejillones de labios verdes.

Un día mágico de verdad, solo espero poderos transmitir un poco lo que hemos vivido con mi narración; pero es imposible explicar algo tan bonito, así es que lo mejor es que vengáis y os lo enseñemos.

La despedida de la playa y el inicio del calvario de Zoe, pobrecica...

A si es que mejor dormirse o hacerse la dormida para no tener que andar mas.

Waihi Beach desde la montaña....



Una aventura más y algo mas para recordar....

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